Enfermedades profesionales

De manera simple diré que un accidente de trabajo es toda lesión corporal que el trabajador sufre con ocasión o por consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena. No son accidentes laborales las enfermedades profesionales, éstas  figuran en un listado cerrado cuya última actualización publicada en el BOE es de 2006.
Dentro de las enfermedades profesionales se encuentran las enfermedades infecciosas causadas por el trabajo de las personas que se ocupan de la prevención, asistencia médica y actividades en las que se ha probado un riesgo de infección, y como tal figura el personal sanitario.
Esto significa que las infecciones en personal sanitario son enfermedades profesionales.

¿A qué viene todo esto? Pues viene al caso porque esta mañana me han comentado que una enfermera padeció una gripe y que no le han reconocido su enfermedad como profesional ¡porque no estaba vacunada!
De ser cierto esto, yo preguntaría: ¿Estar vacunado supone que no padecerás una gripe? ¿No estar vacunado supone que la padecerás? Obviamente no hay una relación causa efecto: No me vacuno, ergo, me contagio.
La vacuna de la gripe es un medio de prevención discutible y discutido, como se puso de manifiesto en este blog. Y la vacunación no es obligatoria, formando parte de los derechos de los pacientes  el no recibir tratamientos puestos a su disposición.

Mi sorpresa (y mi indignación) aumenta cuando me dicen que la Inspección Médica se enteró de que la enfermera no estaba vacunada porque lo vio en su historia clínica. Pero esa accesibilidad cada vez más amplia a la historia es otro tema.

Paco Abal, médico de Atención Primaria


1 comentario:

Rosa Magallon dijo...

Lo que planteas del acceso de inspección a la historia clínica para observar un cumplimiento no evidente, pero si rutinario, es de un gran calado.
Como "la mano que mece la cuna" "el tercer ojo" o "gran hermano", estamos sujetos a la mas descarada violación de nuestra intimidad, en aras del control por el control, y de la libertad de decidir del individuo,...
Es tremendo.
Y desde luego nuestra Comisión Deontológica Nacional algo debería de decir.