Desde hace años veo que las vacunas van cambiando, que son
discutibles y discutidas, con indicaciones para patologías de menor
trascendencia y, sin embargo, con un precio cada vez mayor. Se hace patente el
coste de oportunidad y la inequidad, posiblemente porque pasan de una visión de
salud pública y epidemiológica a una visión de medicina clínica. Se publicitan y
se cambia la finalidad de la salud por la económica.
En este contexto también veo como los gobiernos que pueden
permitírselo invierten su dinero en asegurarse dosis de la vacuna contra el
COVID19 para su país (aunque no suficientes para todos, pero ya se verá) en una
carrera de sálvese quien pueda. Y aparece un sentido patriótico en las vacunas,
desarrollando cada uno la suya. Y ya se habla del precio de venta cuando aún no
han llegado a la fase 3 de desarrollo. Carrera patriótica y económica.
Y me pregunto: ¿no es esto una pandemia?, ¿no nos afecta a
todos?, ¿esas investigaciones para conseguir una vacuna no pueden ser
compartidas y colaborativas en vez de competitivas?, ¿no avanzaríamos más
deprisa y más seguros colaborando?, ¿no hay dinero público tras la
investigación de forma que pueda atajarse el problema mundial y no solo para
los que puedan pagarla?
Se me calificará de ingenuo, pero esto puede hacerse de otra
forma. Y, en mi opinión, en las vacunas hace ya tiempo que no estamos yendo por
el buen camino.
Francisco Abal Ferrer.
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